DE LA POLÍTICA A LA BRUJERÍA
Mandatarios y políticos de todo el mundo han sido seducidos y víctimas del esoterismo.
En 1963 Janne Dixon, conocida como la bruja más poderosa de Estados Unidos, pidió a John F. Kennedy que cancelara un viaje a Texas porque “la patria lo necesitaba para no ir por el rumbo equivocado”. La bruja, confiada en sus predicciones, preveía que algo malo le sucedería al presidente. Kennedy hizo uso de su razón, decidió hacer caso omiso a Dixon, y como un reto al destino, viajó en un auto descubierto. El 23 de noviembre de ese año, el mandatario fue asesinado en Dallas durante un desfile.
Días después un presidente se atribuyó la muerte de Kennedy, según él, provocada por sus hechizos. El personaje era Francois Duvalier, más conocido en Haití como ‘Papa Doc’. El mandatario de la isla fue reconocido entre sus compatriotas por los dominios que poseía sobre los asuntos sobrenaturales. Doc creía que era el mismo dios de la muerte en el culto vudú, incluso se vestía como la deidad: “Sombrero de copa, gafas grandes y traje oscuro con chaleco”.
Conocida por ser una cuna de la hechicería, en África también se utilizó la magia para evitar la muerte. En Uganda se rumoraba que el dictador Idi Amín cortaba el pene de los opositores que asesinaba, para obtener más poder y fortaleza. Amín también intentó protegerse de la muerte con las predicciones de una “vidente”, quien le dijo que siempre se acompañara de su hijo más pequeño para contrarrestar un hechizo en su contra.
Las tradiciones mágicas latinoamericanas también han entrado a los palacios presidenciales. Al final de su gobierno, el ex presidente peruano Alberto Fujimori solicitó los servicios del astrólogo argentino Héctor Faisel, quien ya había trabajado con Vladimiro Montesinos, para intentar mantenerse con el favor de los astros. En Francia también se desató un escándalo de proporciones ‘mágicas’ cuando se descubrió que el presidente Francoise Miterrand se asesoraba de Elizabeth Tessier para tomar algunas de sus decisiones políticas claves para el rumbo del país. Años después la polémica se trasladó a la academia, cuando en la Universidad de La Sorbona de París el profesor Michelle Maffesoli asesoró una tesis de Tessier sobre el tarot y la adivinación.
Según varios académicos, la incursión de políticos en la magia se da porque la condición humana no permite manejar muchos aspectos de la vida. El profesor Fabián Sanabria, decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, que concentra sus investigaciones en la sociología de las creencias dijo a El Espectador que “cuando los políticos que tienen el poder se quedan sin marcos para decidir, recurren a todo tipo de alternativas, incluyendo la magia”, y argumenta que todo radica en “la necesidad de tener el control de las cosas, y hasta de las que por métodos científicos es imposible hacerlo”.
Los candidatos a las elecciones presidenciales en E.U. no han sido ajenos. Hace pocos días se conoció que Sarah Palin, fórmula vicepresidencial republicana, fue objeto de un exorcismo cristiano tres meses antes de ser gobernadora de Alaska, y esta semana, chamanes peruanos realizaron un ritual en la bahía La Herradura para enviar energías al candidato que quieren que se quede en la Casa Blanca.